La sensibilidad dental es la sensación molesta que percibe una persona en la raíz de su dentadura al recibir un estímulo externo sobre la misma. El estímulo más clásico suele ser un cambio repentino de temperatura, como por ejemplo, sentir molestias al ingerir bebidas y alimentos fríos o calientes.  Otros estímulos pueden ser químicos (sustancias dulces o ácidas) y/o táctiles (presión con los dedos o durante el cepillado). Con el verano el consumo de helados y refrescos aumenta y, por ello, es más común en esta época que descubramos pequeños problemas de sensibilidad dental.

Aunque este problema es detectado ante estímulos externos, la aparición de sensibilidad dental es consecuencia directa de la perdida de parte de la protección ofrecida por el esmalte dental. La dentina (parte interna del diente) sufre pérdidas progresivas del esmalte debido al paso de los años pero una higiene dental no del todo correcta puede provocar una aceleración de este proceso y, por tanto, una degradación aguda del esmalte y un aumento significativo de la sensibilidad dental.

Los hábitos correctos de higiene son fundamentales para nuestra salud y la sensibilidad dental no es más que otra advertencia de nuestro cuerpo ante una deficiente protección de nuestra boca. Para mejorar la misma, el cepillado correcto es imprescindible.

Es cierto que la  sensibilidad dental puede provocar que nos resulte molesto cepillarnos los dientes, pero el hecho de no hacerlo agravará la situación. En lugar de evitar el cepillado, lo aconsejable es hacer uso de productos que permitan una limpieza sin molestias, como por ejemplo colutorios específicos. También podemos utilizar cepillos de dientes de celdas suaves y pastas de dientes que ayuden a prevenir este problema. Además, aconsejamos prevenir la sensibilidad dental mediante las distintas técnicas de higiene que hemos ido desgranando en este espacio, ya que desde Gallego Odontología Avanzada consideramos que siempre es preferible prevenir los problemas a resolverlos.

Además de estas respuestas generales, una de las cuestiones más frecuentes que nuestros pacientes suelen tener es si los tratamientos que van a realizarse hacen que la sensibilidad dental empeore. Es una duda de fácil respuesta, ya que nuestros tratamientos en ningún caso producirán mayor sensibilidad dental, sino justo lo contrario ya que mejoran la salud bucal. Después de ciertos tratamientos, de forma temporal y cómo consecuencia directa de los mismos, a veces es posible que suframos una sensibilidad especial pero la misma será pasajera y desaparecerá después del tiempo de reposo indicado por nuestros especialistas. En cualquier caso, si tienes dudas, puedes consultarnos en nuestra clínica dental situada en República Argentina 24 o en el número de teléfono 954 00 58 58.

Si la supuesta sensibilidad dental persistiera después de cesar en la aplicación del estímulo o no estuviese muy localizada, puede que, en realidad, se trate de algún tipo de enfermedad dental, por lo que sería conveniente visitar cuanto antes a nuestro odontólogo para que realice un diagnóstico adecuado.

Desde Gallego Odontología Avanzada, en nuestra clínica dental en Sevilla, ofrecemos a nuestros pacientes resoluciones adecuadas a la sensibilidad dental teniendo en cuenta las características específicas de cada paciente. Te recomendamos que contactes con nosotros, donde obtendrás un asesoramiento y plan de tratamiento personalizado que seguro te ayudará a disfrutar de una boca más sana.