Lo sabemos. Los odontólogos repetimos constantemente que la base de la salud bucodental es una buena higiene bucal, pero si lo reiteramos no es por capricho.
Nuestra experiencia en clínica atendiendo a numerosos pacientes durante todos estos años nos demuestra que la mayor parte de enfermedades y problemas bucales y dentales pueden prevenirse con unos sencillos hábitos de higiene diarios.
Además, otra razón de peso para acudir a nuestro dentista asiduamente es la inversión que supone a largo plazo en nuestra salud. Al cuidar del estado de nuestros dientes y encías mejoramos nuestro bienestar y evitamos intervenciones mucho más costosas.
¿Cuáles son esos problemas bucodentales que podemos prevenir gracias a las revisiones dentales periódicas?
Cuando hablamos de problemas bucodentales que podemos evitar nos referimos a:
- Las caries: suelen aparecer normalmente debido a una escasa o incorrecta higiene dental. Se trata de una enfermedad bacteriana infecciosa presente en un diente, principalmente en el esmalte. Cuando la infección se extiende a la dentina sentimos dolor y sensibilidad en contacto con bebidas frías o calientes por ejemplo. El peligro está si la infección llega al nervio, volviéndose el dolor más agudo.
- La gingivitis: esta inflamación de las encías suele manifestarse junto al sangrado al cepillarse. La sensibilidad también está presente al tomar ciertos alimentos o bebidas y resulta crucial prestarle atención a tiempo pues puede empeorar y acabar desencadenando en una periodontitis.
- La periodontitis es una enfermedad de los tejidos que sujetan el diente que aparece al postergar en el tiempo el cuidado y prevención de la gingivitis. Los síntomas son muy similares pero más graves. Si no eliminamos la placa bacteriana (también conocida como sarro) a tiempo, iremos perdiendo encía y en un caso muy avanzado puede incluso ocasionar la pérdida del propio diente. Tengamos además en cuenta que la encía perdida no se puede recuperar, por lo que resulta fundamental corregir esta patología a tiempo.
- La halitosis o mal aliento puede ser causado por diferentes motivos, uno de ellos es una insuficiente higiene bucodental, aunque también puede producirse por el tabaquismo y otras patologías. En algunos pacientes, una maloclusión les impide realizar una adecuada digestión, provocando este mal aliento.
- Bruxismo: si te despiertas con dolor de mandíbula, cervicales… , es posible que padezcas esta patología. Muchas veces la persona no es consciente de que aprieta o rechina los dientes, especialmente al dormir. Esto provoca el consecuente desgaste de las piezas dentales y tensión en la mandíbula, cuello y cervicales. Algunos pacientes que la sufren también tienen constantes dolores de cabeza.
Las revisiones periódicas son la mejor herramienta para detectar cualquiera de estos problemas bucodentales y solucionarlos a tiempo, evitando que empeoren o tengan consecuencias en la salud de los pacientes.
Otras patologías que se pueden detectar durante las visitas rutinarias al dentista
¿Sabías que muchas enfermedades se reflejan en primer lugar en la salud de nuestra boca?
Nuestra salud bucal refleja el estado de salud general del que gozamos, por lo que una revisión dental anual puede ayudarnos a detectar ciertas patologías y ponernos sobre aviso si padecemos:
- Maloclusión: se produce por una alineación incorrecta de las piezas dentales. Un porcentaje muy alto de la población lo padece pero gracias a la ortodoncia puede corregirse.
- Síndrome de hipomineralización incisivo-molar. También es importante la revisión dental de los más pequeños, para prevenir patologías futuras. Es el caso de este síndrome, que se produce por la alteración de los incisivos y molares durante el crecimiento del niño y también por posibles alteraciones durante el embarazo. Esto provoca que el esmalte de las piezas dentales afectadas sea frágil y se desprenda la dentina, exponiendo al diente a sufrir sensibilidad dental y ser más proclive a que aparezcan las temidas caries.
- Herpes y aftas: los herpes son unas llagas que aparecen por infecciones víricas. Distinguimos los herpes de las aftas en que los primeros surgen en la zona exterior del labio o en el paladar o encías, mientras que las aftas se manifiestan en los tejidos blandos del interior de la boca, como debajo de la lengua o interior de los labios. Además, el herpes es contagioso y las aftas no. Entre los factores que pueden desencadenar las aftas encontramos: estrés emocional, falta de ciertas vitaminas y minerales en la alimentación (en especial de hierro, ácido fólico o vitamina B12) y cambios hormonales principalmente.
- Cáncer bucal: aunque no se sabe a ciencia cierta qué causas provocan la alteración de las células y con ello esta enfermedad, sí contamos con diversos estudios que indican que factores como el consumo de tabaco, exceso de exposición de los labios al sol o un consumo muy alto de bebidas alcohólicas aumentan las probabilidades de padecerlo. También la ausencia de salud e higiene bucal incrementa las posibilidades de cáncer bucal.
- Pulpitis: esta inflamación se produce en la zona de la pulpa del diente, es decir, donde conectan las piezas dentales con los vasos sanguíneos. Suele ocasionarse por caries y puede ser reversible, irreversible o hiperplásica. Aunque no es una enfermedad grave, puede conllevar la extracción de la pieza dental afectada.
- …
Estos son otros motivos por los que recomendamos realizar una visita al odontólogo cada cierto tiempo, con el objetivo de mantener nuestra boca en perfectas condiciones y detectar a tiempo cualquier tipo de patología.
¿En qué consiste una revisión dental?
La revisión dental anual es un procedimiento rutinario que realizan los dentistas y donde se examina el estado de tus dientes, encías y boca, con el objetivo de evaluar la situación de tu salud bucodental.
En este procedimiento, el odontólogo realiza una serie de preguntas sobre la salud del paciente, si ha tenido algún tipo de problema desde su última visita y el dentista realizará un examen visual de la cavidad oral.
Para obtener un diagnóstico más completo y preciso, también es habitual que evaluemos la mordida, la articulación de la mandíbula, la saliva y expresión facial.
Normalmente, después de realizar esta revisión, el paciente suele volver a consulta para realizar una limpieza dental, aunque en muchas ocasiones se realizan conjuntamente para mayor comodidad.
¿Cada cuánto tiempo debo ir al dentista?
Te recomendamos acudir a consulta cada 6 meses, es decir, dos veces al año. No obstante, si la higiene dental es correcta, si no se observa ninguna alteración en nuestra boca y en la última visita no se detectaron caries incipientes ni ningún otro tipo de patología, podríamos realizar la visita anual.
En el caso de los más pequeños, y al encontrarse en su fase de desarrollo y crecimiento, recomendamos realizar la visita al dentista al menos dos veces al año. De este modo podemos solucionar a tiempo si se produce algún trastorno o afección que perjudique su salud dental.
En Gallego Odontología Avanzada trabajamos para velar por el bienestar de nuestros pacientes, aplicando nuestra experiencia para alcanzar los mejores resultados posibles.
¿Y realizarme una limpieza dental?
A pesar de lo que puedan creer muchas personas, lo cierto es que las limpiezas dentales ni desgastan, ni rayan ni debilitan el esmalte.
De hecho, realizar una limpieza dental anual ayuda a localizar posibles caries, detectar si se sufre gingivitis y eliminar el sarro que puede provocar periodontitis, entre otros.
Muchas personas se preguntan si deberían realizarse esta limpieza dental considerando que ya mantienen una adecuada higiene dental a diario, pero resulta fundamental ya que hay aspectos de nuestra boca que no llegamos a ver y que el odontólogo sí sabe identificar.
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