Desde la irritabilidad que puede provocar la dentición a la posible caída de un diente permanente, los problemas dentales pueden ser muy variados. En todo caso, no debemos preocuparnos porque la mayoría de estos problemas pueden ser resueltos satisfactoriamente y en muchos casos se puede prevenir su aparación. A continuación os dejamos un conjunto de los casos más comúnes que se dan entre nuestros pequeños.

Primera dentición

La primera dentición es el primer problema que aparece en la boca de los más pequeños. Cuando los dientes de leche empiezan a empujar a través de la encía, provocan molestias en su hijo ya que le están saliendo los dientes y no es un momento fácil. Algunos niños sufren más que otros, lo bueno es que el dolor de cada diente cesa en cuanto el diente es visible.

Estos son algunos de los síntomas que notará antes de que el diente asome por las pequeñas encías:

  • Deseo de masticar cualquier cosa.
  • Mejillas rojas y calientes.
  • Más babas de lo normal.
  • Encías inflamadas.
  • Irritabilidad.

Caries dental

Los dientes de los niños son fuertes, están perfectamente modelados y además tienen su propio mecanismo de defensa como es una capa protectora de esmalte. No obstante, el esmalte de los niños no es igual de fuerte que el de los adultos. Cuando tomamos alimentos o bebidas que contienen un alto grado de azúcar, las baterías que residen en nuestros dientes lo convierten en ácido que ataca al esmalte. Con el paso del tiempo, la saliva neutraliza este ácido, pero si el niño continúa ingiriendo más azúcar sus dientes estarán expuestos a más ácido por lo que comienza la aparición de caries.

Por lo que debemos proteger los dientes de los niños desde que son pequeños, reduciendo su consumo de azúcar solo para ocasiones especiales.

Caída de los dientes

Los niños pueden perder un diente de muchas formas, practicando deporte, por alguna caída, al jugar en casa…Si su hijo en el peor de los casos pierde un diente, la mejor solución es acudir al dentista. Si puede meta el diente en una taza de leche o incluso en la boca del niño entre la mejilla y la encía, si este no se seca el dentista podrá volver a colocarlo.

Chuparse el dedo

La costumbre o manía de chuparse el dedo para algunos niños es muy confortable, pero no es algo beneficioso para ellos ya que se ejerce presión en los dientes y se les empuja hacia delante, necesitando en un futuro cercano brackets o llegar a su extracción. Por lo que es mejor evitar que el niño se chupe el dedo, una labor complicada ya que se trata de un hábito difícil de romper.

Hablar con él con una explicación sencilla y que sea acorde a su edad puede ser una buena alternativa. Hay que encontrar un momento que sea adecuado en el que el pequeño esté tranquilo y evitar las situaciones que suponen grandes cambios, como el inicio del curso escolar o la llegada de un hermanito, no son los más propicios.

Desgaste en el esmalte.

Algunos alimentos y bebidas como los zumos de frutas y los refrescos con gas suelen ser ácidos. Si su hijo los toma con regularidad, y especialmente en biberón, el ácido puede provocar la erosión del esmalte de los dientes. La saliva ayuda a reparar el esmalte, pero muy lentamente, por lo que si seguimos exponiendo los dientes al ácido el daño se hará mayor e irreversible. A diferencia de la caries el desgaste se produce en todo el diente a la vez, llegando incluso a afinar toda la superficie protectora del esmalte.

Por ello, debemos tomar algunas medidas preventivas para que nuestros hijos no sufran sensibilidad dental. Una de las principales es cuidar su alimentación y la forma de administrarla. Cuando es un bebé no le des en el biberón más que agua y leche, y nunca le dejes con él más tiempo del necesario. Si das zumos a tus hijos, dilúyelos mejor por agua. Aunque no tengan azúcar, las bebidas carbonatadas, son también un factor de riesgo por lo que trata de evitarlas. Enseña a tu niño a lavarse bien los dientes, aunque si ha tomado algún alimento ácido es preferible que espere un rato para que pase el efecto y no se dañe.

Enfermedad gingival

Muchos estudios indican que la gingivitis (la primera etapa de la enfermedad periodontal) se encuentra casi universalmente en los niños y en los adolescentes. Las formas avanzadas de la enfermedad periodontal son más raras en los niños que en los adultos. Que las encías estén sanas es fundamental para una boca sana por lo que tenemos que prestarle la misma atención que a nuestros dientes, ya que, estas tienen una importante labor como es proteger al hueso que sujeta los dientes en su lugar.

Este es un problema muy común y se podrá solucionar adoptando buenos hábitos de limpieza, como un mejor cepillado y la limpieza periódica por su dentista o higienista. Si piensa que su hijo puede tener problemas de encías, lo mejor es que acuda al dentista.

Úlceras en la boca

Las úlceras que pueden aparecer en la encía o dentro de la mejilla del niño, son pequeñas úlceras rojas o amarillas y pueden ser bastantes molestas. Regularmente, se pueden deber a pequeñas quemaduras por alimentos, bebidas calientes, por un mal cepillado, mordeduras accidentales, por el roce de los brackets contra el interior de la mejilla… Lo mejor de esto es que habitualmente solo duran unos días, aunque si persisten es mejor que pida consejo a su médico o dentista.

 

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